Los buenos hábitos físicos y de alimentación son esenciales para la prevención de la obesidad en la etapa adulta. El ejercicio es esencial para compensar el exceso de consumo de calorías y la tendencia de nuestro cuerpo a ahorrar energía, debe ser un ejercicio atractivo para el niño para que se divierta practicándolo. La alimentación ha de ser sana y equilibrada con aporte de todo tipo de alimentos, sobre todo con raciones adecuadas a cada persona, ni más, ni menos. Los niños deben evitar los caramelos o los snacks, así como los platos precocinados y la bollería industrial, y sus comidas deben formar parte de una rutina variada y agradable para él. El ejercicio físico no solo ayuda a adquirir buenos hábitos, sino que hace que duerman mucho mejor y que los demás también descansen.
domingo, 27 de enero de 2013
Los buenos hábitos físicos y de alimentación son esenciales para la prevención de la obesidad en la etapa adulta. El ejercicio es esencial para compensar el exceso de consumo de calorías y la tendencia de nuestro cuerpo a ahorrar energía, debe ser un ejercicio atractivo para el niño para que se divierta practicándolo. La alimentación ha de ser sana y equilibrada con aporte de todo tipo de alimentos, sobre todo con raciones adecuadas a cada persona, ni más, ni menos. Los niños deben evitar los caramelos o los snacks, así como los platos precocinados y la bollería industrial, y sus comidas deben formar parte de una rutina variada y agradable para él. El ejercicio físico no solo ayuda a adquirir buenos hábitos, sino que hace que duerman mucho mejor y que los demás también descansen.
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